10 años de MEDEA(s). . .
han sido algo menos de 10 años cuando, en un "ataque de sed cultural" -como me gusta llamar mis repentinas y repetitivas obsesiones de ver lo que sea en el cine/teatro, conciertos etc-, obtuve unas invitaciones para ir a ver en un pequeño teatro al aire libre la representación de Medea de Dimitris Papaioannou. Conocía ya el director/coreógrafo de otra obra (Un minuto de silencio), que me había impresionado a tal grado de tener las paredes de mi habitación juvenil repletas de fotos de esa obra. Así que su "Medea" (la obra que unos años atrás había hecho sonar su nombre) prometía... y esa era una de esas promesas que se cumplen... La obra me capturó desde el primer momento, dejándome literalmente sin aliento. Se me saltaban las lagrimas a lo largo de la obra, se me ponían los pelos de punta al sufrir la soledad, desesperación y decisión de Medea en un baile impresionante sobre sillas al borde de los limites humanos en todos los sentidos...
Al salir del teatro tenía claro que esa Medea había sido la mejor representación que había visto en un escenario y algo muy difícil de superar. . .
(la obra se "renovó" en el 2008 y ha sido representada de nuevo... manteniendo no obstante su fuerza y su impacto sobre mi como si fuera la primera vez. . . )
Durante todos estos años desde ese verano del 2000, he estado esperando ver algo que fuera tan bonito a los ojos, tan vivo, tan eterno . . . He visto varias obras de teatro -y otras varias adaptaciones de Medea- y aunque el teatro siempre de uno u otra forma me llega al alma, nada se acercó a la perfección de esa Medea . . .
Debo confesar que no soy un experto en las artes así que vivo el teatro bajo mi limitada cultura general y mis sentimientos, siendo buen receptor de las criticas que leo, los programas que se reparten antes de la obra y las opiniones de la gente alrededor...(si, soy unos de esos que después de la obra se quedan hablando días o semanas sobre la misma :-). Durante estos años he visto cosas muy buenas, he llorado y he reído, he admirado trabajos bien hechos... y he sufrido alguna que otra decepción . . . pero nada había logrado desterrar a mi Medea de D. Papaioannou de su trono (aunque algunas se acercaron bastante)
. . . hasta hace una semana. . .
La representación de Medea en el 55º Festival de Mérida fue para mi una revelación!
...la adaptación del texto, aún distinto que el de hace 2500 años, parecía el que Euripides habría escrito hoy
...el escenario y los personajes de esa tragedia por primera vez tomaron en mi mente una dimensión distinta. . .
Medea no era solo una mujer enamorada, despechada, traicionada, maltratada, humillada y exiliada. . . buscando venganza y justicia. En ella se reflejaba cada vida (propia o de un ser humano cercano), cada sueño, cada anhelo, cada idea (o ideal?), de los que se sirve las personas y luego se despojan de ella a su antojo una vez que ellos consideran que han cumplido su misión. . .
y ella las persigue como una promesa, exigiendo la misma atención de siempre ... advirtiendo y demostrando que cuando desprecias e ignoras los cimientos de lo que eres... estas condenado a caer . . .
Medea fue también un escenario donde se recreaba la lucha eterna entre culturas y géneros una reflexión sobre las relaciones humanas en todos los niveles. Medea se enfrenta y cuestiona todo : lo personal, lo familiar, lo social y lo político,
sin poder entender porque recibe desprecio y traición allí donde ella solo había entregado valor, poder y amor
...reconozco que esta lectura de Medea obtuvo en mi mente una dimensión mucho más política y social de lo que habría yo imaginado jamás. En los primeros 20 minutos vi una Medea refugiada?, inmigrante? pobre? reducida? sin oportunidad/derechos de defenderse? para luego verla volver al pasado -o al presente?- y encontrarse en medio de una tragedia eterna en la piel de Medea la nieta de Sol en la occidental y civilizada Corinto donde de nuevo es despreciada y exiliada, por el mero hecho de ser una extranjera indeseada y peligrosa...
...indeseada porque a Jasón ya no le sirve, no ve que le pueda aportar nada más... y peligrosa para la sociedad en la que vive porque es distinta, “extranjera”, una hechicera bárbara que hay que expulsar.
...será eso así? que despreciamos lo distinto/lo extranjero por miedo, o es que necesitamos siempre unos bárbaros a los que combatir (solo para poder confirmar lo correcto de nuestras ideas) ?
por estos caminos sociopolíticos a la vez que intimos andaba yo perdido de mano de mi nueva Medea ...para encontrarme dos horas y media después de nuevo en el antiguo teatro llamado por la voz de una extraordinariamente trágica nodriza (Julieta Serrano) y un desolado Jasón (Alberto Jiménez), por el cual -que curioso- no lograba sentir pena aunque su desgracia si me partía el corazón... De nuevo inmerso en la obra estuve obligado a reflexionar sobre lo bueno y lo malo... queriendo condenar a Medea pero no encontrando un argumento sólido al cual aferrarme...
y tal como empezó todo, una figura mágica, el mítico Centauro, nuestro guía/mensajero en ese laberinto de emociones y acciones, sentenció la obra más compleja y completa que yo he visto "por ahora" . . .
con mis ojos todavía no dando crédito a lo que había visto... y antes de que la obra se diera por finalizada, se desarrolla una escena final de purificación y de alegría inexplicable... En mi mente enseguida apareció el personaje de Ilya . . . que me decía que nadie había muerto y que todos fueron felices al final . . . (nota: Ilya personaje protagonista de la película Nunca el Domingo, siempre se inventaba sus propios finales de las obras para que todas acabasen bien con todos al final dando un paseo por la playa). ...y así, antes de que todos nos fuéramos horrorizados, escépticos y culpables a casa... Medea con sus hijos sale al escenario, alegre y feliz y nos canta una canción de buenas noches...
una Catarsis magistral que viene no de un "Deus ex machina" (como cabria esperar en una tragedia classica) si no por la propria Medea (dueña absoluta de su y nuestro destino hasta el final)
Estoy pensando que deberia de escibir algo sobre Blanca Portillo y Asier Etxeandia que junto con T.Pandur y su equipo forman un grupo extraordinario que nos ha dado en los ultimos años unas obras extraordinarias. En "Barrocco" admiré una impecable interpretación por parte de ambos actores con momentos de increible tensión y emoción y en "Hamlet" pude comprobar como estos dos actores se transformaban en vivas referencias de lo que es -o deberia ser- el teatro. Lo que pasa es que, en Medea no he podido encontrar estos dos actores por ningun lado . . . En el escenario de Mérida estaba Medea y un mitológico Centauro (que parecía más fruto de mi imaginación que real) . . . y solo despues de las buenas noches que Medea nos deseó a todos, pude descubrir a Blanca y Asier cuando salieron al escenario curiosamente muy parecidos a Medea y Centauro para recibir las ovaciones del público. . . y creo que este es el mejor elógio que puedo escribir . . .
Seguro que muchos críticos podrán -mejor que yo- valorar miles de otros aspectos de la obra... yo solo afirmo que vivir tantas emociones en esta Medea de T. Pandur me pilló por sorpresa, tanto que al terminar la obra, he necesitado unos días para asimilar lo que he visto, despejarme de mis ideas prefabricadas sobre Medea ... repasar escenas en mi cabeza una y otra vez hasta poder afirmar que SI, que me gustó, me aporto mucho, me hizo crecer, reflexionar, sufrir y que Medea Portillo (una Medea con apellido por primera vez en estos 3000 años), esa princesa de la Colquida merecedora de ser reina, ha logrado subirse a mi trono particular, tomando el relevo -y la responsabilidad de reinar- de mi otra Medea -que con casi 10 años de reinado no se puede quejar... que sigue allí presente, enseñando el camino.
sobre todo, me llena de alegría comprobar que el arte (y las personas encargadas de hacernosla llegar) en estos 10 años no han hecho nada más que crecer ... lo cual deja mucho espacio a la esperanza de que nuestra sociedad ira a buen termino (aunque no lo parezca a primera vista). . .
Dado que nuestra epoca nos lo permite, me gustaría en un futuro no muy lejano poder contar con estas obras en un formato auriovisual asequible para todos, para poder verlo y repasarlo cuantas veces lo necesite... que si no, estos momentos peligran "de perderse en mi memoria . . . como lagrimas en la lluvia" . . . y enlazando con mi anterior entrada me pregunto si a T. Pandur la atraeria o si se atrevería con una adaptación al teatro de Blade Runner ...
1 comentario:
De verdad que escribes muy bién, eres original en tus pensamientos y reflexiones, logras siempre darnos otra dimensión de las cosas. Estoy de acuerdo con tu comentario de que este sería el texto que Euripides habría escrito hoy sin duda alguna. Gracias por esos bellos videos de tus "Dos Medeas" y por compartir parte de tu mundo con nosotros.
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