lo he sentido... ha sido perfecto

hay peliculas en las que mi expectación es tal que el día en el que se estrenan apenas puedo esperar que llegue la hora de ir al cine a verla... y Cisne Negro fue una de estas películas...

así que sin más demorras ayer por la tarde acudimos a verla yo con el alma ya acelarada y también hay que decirlo predispuesto a salir encantado.  EL problema cuando esto pasa es que la película fácilemente puede caer por debajo de tus expectativas y convertirse en un "estaba bien pero esperaba más"... me ha pasado más de una vez...pero afortunadamente no ayer...

D. Aronofsky en esta película me obligó a no pestañear para no perderme nada... Cisne Negro es el peliculón de la temporada... una obra maestra (y yo la veré hasta la saciedad que me conozco). Es impecable en cada plano, cada frase, cada mirada, cada gesto, cada espejo (he leido en alguna que otra crítica que es la pelicula con más espejos por plano en la historia), 

cada nota (fantasticos arreglos y BSO de Clint Mansell) y cada sonido (elemento imprescindible del desarrollo de la obra), mientras una prodigiosa dirección saca lo mejor de un elenco de actores llamados a interpretar personajes que se tranforman en cada plano.

Natalie Portman es simplemente insuperable... Nina logra desde el primer momento atraparte en su lucha por ser la primera bailarina perfcecta, para luego arrastrarte y asfixiarte en el laberinto evolutivo de su personaje. La proyección de la historia del Lago de los Cisnes en su propia vida y sus delirios esquizofrénicos crean un ambiente opresivo -de allí que sea un thriller psicológico, aunque yo más bien lo viví como un drama personal- del que no hay más salida que con un "canto de cisne"

Pero ni Natalie ni la pelicula lograría ser nada sin los personajes "secundarios" y las actrices que los encarnan... (y esta es la única razón por la que quizás no se merezca el Oscar para ella sola... dado que su personaje no se concibe ni se sostiene sin las otras tres...); y copio este fragmento de la entrada de "Las horas Perdidas" porque yo no podría escribirlo mejor...

"Cisne Negro es el show de Natalie Portman pero hay que llamar la atención sobre el reparto. No particularmente sobre Vincent Cassel –quien raya a su nivel habitual, es decir, inalcanzable para el 99,9 por ciento de actores del mundo– ni tampoco sobre la bienvenida y correctísima Barbara Hershey. Winona Ryder y Mila Kunis son otra cosa. La primera, en full mode Joan Crawford, interpreta a una bailarina entrada en años a la que Portman ha arrebatado su puesto bajo los focos, porque es un ejemplo de “no se puede hacer más con menos”. Muchos de nosotros sospechamos desde hace años que Ryder está como un cencerro y, sea como sea, aquí la actriz abraza completamente esa identidad sin el menor asomo de vergüenza. Es un personaje limitado a dos funciones: incrementar la tensión y meter miedo como la niña de The Ring. Y la que pudo ser la actriz más importante de los últimos 20 años hace virguerías con ello.

 Kunis, sin embargo, está a punto de robar la película. Simplemente. Portman deberá agradecer que el personaje de esta chica sea… (me callo; id a ver el film), porque la manera en la que Kunis pasa SIN NINGÚN TIPO DE ESFUERZO de ser la mejor amiga de la protagonista a su rival más encarnizada de una escena a otra es, junto con la intensidad física de Portman, el mejor punto interpretativo del film. Dejo a vuestra elección con cual de los dos os quedáis, sabiendo que Kunis –una actriz que va a tener que pelear, y mucho, contra decisiones de casting basadas en el hecho de que es increíblemente atractiva– es la principal sacrificada: si deja por un sólo momento que su personaje quede por encima de Portman en alguna circunstancia, la película morirá. Kunis entra en esta película sabiendo que tiene que pegarse un tiro en el pie. Y por ello tiene tanto mérito.

Dirigiendo el cotarro está Darren Arronofski...

y el resultado es pues eso...una obra maestra que entra sin apenas esfuerzo en el top 20 de mis all time favourite.
Habría que aclarar que no soy muy objetivo dado que siento una debilidad por el entorno de la danza y especialmente el ballet (al que mi hermana estudió durante más de diez años). Son muchas las escenas de la pelicula que me han recordado momentos en casa con mi hermana, en su academia de ballet y conversaciones que se oian por los pasillos, las madres, las profesoras.
Además yo soy un bailarin frustrado... y claro todo eso me llega a lo más profundo de mi alma... aunque me imagino que de haber sido uno nunca llegaría muy alto -no por falta de talento que de eso me decian de pequeño que tenía un don natural que no he explotado, si no- por falta de dedicación, de constancia... y del toque de locura necesaria para ello.
Eso de querer-y-no-poder-ser bailarin lo llevaba como trauma infantil durante muchos años y mi "curación" se produjo la noche que vi la película de Billy Elliot. Estaba yo desplegando mi drama interno de "yo podría ser Billy" cuando me dí cuenta que no.... no podría serlo sencillamente porque tal y como se ve en esa película si realmente quieres algo, si de verdad de verdad deseas hacer algo que al fin y al cabo depende de ti, no hay nada que te pare. Así que con la sencilla y repentina toma de conciencia de que no fui bailarín sencillamente porque no lo quise lo suficiente como para luchar por ello, hemos dado el tema -y el trauma- por zanjado. Ahora disfruto y admiro,aún más si cabe, a todas esas personas que sí lo han querido y así lo han hecho para que yo pueda emocionarme desde la patio de butacas... solo espero que en ese camino ellos no hayan tenido que sacrificar a sus verdadeos "yo's" como la Nina del Cisne Negro.

spoiler alert: una de las mejores escenas de la pelicula así que no le deis al play si la vais a ver